Drag, slide, swipe, flick, fling, pan… Tenemos un problema: ni los fabricantes, ni las guías de estilo, ni los expertos se ponen de acuerdo en qué significan exactamente estas palabras. Y es complicado hablar de diseño de interfaces en pantallas táctiles si ni siquiera tenemos un vocabulario común.
Un ejemplo: Jakob Nielsen, en su último libro sobre usabilidad en móviles, afirma que “The gestures that most people use naturally on the iPad are tapping and dragging”. En iOS se define un drag como “To scroll or pan (that is, move side to side)” o “To drag an element” (brillante). ¿Pero es en Android el drag igual de “natural” que en iOS? Todo depende de qué entendamos por drag, ya que en las guías de estilo de Android se define como “Long press, move, lift”. Estamos jodidos: el long press es uno de los gestos de un sólo dedo (junto al doble tap) más complicados de descubrir por los usuarios.
También es habitual confundir un drag con un flick (“To scroll or pan quickly” según Apple) cuando tienen poco que ver, al menos en cuanto a su usabilidad se refiere: el flick no sólo es menos descubrible sino que también es más complicado en su ejecución, ya que un componente de la interacción que el drag ignora, la velocidad de desplazamiento del dedo, aquí sí es relevante.
Incluso palabras como swipe, que significan más o menos lo mismo para Apple y Google, entran en conflicto cuando empezamos a trabajar en Windows 8, donde un swipe se define ambiguamente como “One or more fingers touch the screen and move a short distance in the same direction”.