La visión de la plaza

La plaza mayor de Vic es un espacio cuadrado volteado por arcadas con una gran zona central destinada a actividades eventuales, como mercados o ferias. Todo catalán que se precie, que no sufra del cada vez más extendido y peligroso autoodio, la reconoce. Al menos la habrá visto en Televisión de Catalunya, cuando el hombre del tiempo de turno muestra una vista cenital de la misma para acompañar las frías temperaturas de la capital osonense.

No soy muy partidario de la investigación con usuarios (ojo, “de usuarios” sí), pero me ha llamado la atención un reciente estudio en el que se preguntaba a la gente mayor qué mejoras haría en el espacio público de la ciudad.

Algunos viejos ingratos, para nada merecedores de la desmedida pensión que cobran a final de mes, se han atrevido a afirmar que en la plaza faltan bancos para sentarse. Ante tan absurda e insensata solicitud, el alcalde de Vic ha respondido, según el periódico El 9 Nou, algo así como que a la Generalitat no le gustaría eso de poner bancos, pues claramente obstaculizarían “la visión de la plaza”.

Gracias a las últimas innovaciones científicas en el campo de las partículas subatómicas, las terrazas de los bares de la plaza mayor de Vic no obstaculizan “la visión de la plaza”; pero obviamente los bancos sí lo harían, ya que se pagan con dinero público y no pueden gozar de tanta modernidad tecnológica. Yo lo comprendo: las plazas y las calles deben ser zonas de tránsito, de un centro comercial a otro y poco más, no un nido de vagos y maleantes.

Si usted es un señor mayor de Vic y se cansa viendo la plaza de pie, pues oiga, mire, tiene un par opciones: reintroduzca parte de su pensión en el sistema tomándose un carajillo en una de las terrazas o bien espachúrrese en el sofá de su casa para gozar de una vista no obstaculizada de la plaza durante dos o tres segundos en TV3. Ya sabe, “la teva”.

Publicado por

Dani Armengol

Consultor independiente de arquitectura de información