Casey Neistat es un director de cine con un estudio peculiar, lleno de cachivaches, herramientas y todo tipo de material para realizar sus vídeos. La impresión inicial es que el estudio es caótico, saturado, aparentemente todo lo contrario a lo que llamaríamos “minimalista”…
…pero en realidad apenas hay decoración: todo está rigurosamente organizado de forma extremadamente simple, sirviendo cada elemento a un propósito concreto.
En el campo del diseño de interacción, y con el minimalismo por bandera, vemos cada día más interfaces absolutamente planas, sin apenas jerarquía visual; o sistemas de navegación que no muestran inicialmente ninguna opción y las ocultan en espera que el usuario sepa cómo mostrarlas. Y sí, con ello se consiguen interfaces limpias, blancas, aparentemente elegantes, ¿pero es esto minimalismo?
Un diseño es minimalista si utiliza lo mínimo: sólo los elementos imprescindibles de comunicación e interacción; evita el ruido, la decoración, pero no elimina la señal, los contenidos y las funciones.
Me parece más minimalista el superficialmente descuidado etiquetado con rotulador permanente de las cajas rojas de Casey Neistat que las infames y pulcras tres líneas horizontales paralelas de un menú hamburguesa.