De diciembre de 2013 a marzo de 2019, durante un total de 1920 días, Felix Arvid Ulf Kjellberg, más conocido como PewDiePie, mantuvo el récord de poseer el canal con más subscriptores en YouTube (con permiso de los canales propios de tendencias de la plataforma).
A finales de 2018, PewDiePie ganaba unos 30.000 suscriptores por día, pero el canal de música T-Series llevaba ya meses subiendo como la espuma, a un ritmo 4 veces superior. Alcanzar a PewDiePie parecía inevitable.
Fuera de toda previsión, con 66 millones de subscriptores en T-Series y a solo un millón de PewDiePie, las suscripciones a este último aceleraron, igualándose a su competidor en velocidad de crecimiento.
Fue lo que se conoce como la sub war, o guerra de subscriptores: PewDiePie ganó casi 30 millones de subs en 5 meses que pasarán probablemente a la historia de la cultura pop de Internet.
Bajo el lema #sub2pewdiepie (“suscríbete a PewDiePie”), miles de fans y otros youtubers de la plataforma hicieron todo tipo de acciones de propaganda: desde colgar carteles por todo el planeta, anuncios en Times Square, manifestaciones populares, intervenciones en la Super Bowl, hackear miles de impresores y televisores… e incluso iniciar campañas de “emergencia” cuando T-Series se acercaba a pocos miles de suscriptores.
Durante todo este tiempo, canales como Flare TV, grandes subreddits y varias cuentas en Twitter seguían en vivo el número de suscriptores, alentando así a seguir con la “guerra” y dar soporte a PewDiePie; hasta que, finalmente, T-Series logró igualmente ponerse en la primera posición.

Todo este seguimiento fue posibles gracias a que, hasta ahora, en YouTube han mostrado para todos sus canales el número exacto de suscriptores.
Pero en mayo de 2019 anunciaron que iban a dejar de ser tan precisos con esta cifra: los canales con millones de suscriptores, por ejemplo, se iban a redondear al millón. De 15.695.670 pasaríamos a 15M.

El argumento oficial de YouTube es “crear más consistencia” (ya que en algunos entornos ya hacen este redondeo); pero el cambio, que tiene como fecha prevista agosto de 2019, parece tener otro interés de fondo.
Dejar de mostrar el número exacto de suscriptores impide a los fans ver cómo sus acciones tienen un efecto en el sistema en tiempo real. Es como si en un juego de carreras no supiéramos dónde están nuestros competidores ni siquiera dónde estamos exactamente nosotros. Para algunos jugadores podría seguir siendo divertido, pero para muchos otros perdería totalmente el incentivo.
YouTube substituirá el detalle de suscriptores con una barra de progreso, pero está por ver qué granularidad e inmediatez tendrá. Sin más información por el momento, y pese a las últimas declaraciones que en Google no utilizan (o no es su foco utilizar) tecnología persuasiva, huele a que tienen una clara intención: influenciar justamente el comportamiento de sus usuarios y desincentivar nuevas guerras de subs.